En la antigüedad, se creía que estos animales atraían a sus víctimas con un peculiar sonido muy similar al de llanto de una persona. Así, otros animales pensaban que estaba indefenso y se acercaban, con lo que este peculiar dinosaurio les soltaba una feroz dentellada para después devorarlos. Nada más lejos de la realidad…
En la era moderna, gracias a la ciencia, sabemos que estos animales efectivamente lloran cuando están comiendo. Las famosas “lágrimas de cocodrilo” no son otra cosa que una secreción acuosa que genera el cocodrilo mientras se encuentra fuera del agua y con la que hidrata sus ojos cuando están en contacto con el aire. Tanto las glándulas salivares como las lacrimales están situadas muy cerca la una de la otra, por lo que con el movimiento de su mandíbula al comer, se estimulan la una con la otra, y es por lo que parece que el cocodrilo está llorando mientras come.
Resulta curioso cuanto menos,…podríamos pensar que este fenómeno respondía a algún tipo de comportamiento animal y sin embargo se trata de un mecanismo meramente práctico que tiene el “bicho” para no resecar sus ojos fuera del agua. De la misma manera, a lo largo de nuestra vida personal y profesional nos encontramos con personas que nos muestran una serie de sentimientos, comportamientos o señales que nos inducen a pensar lo contrario de lo que en realidad les está sucediendo o de lo que están pensando.
En este blog, desde el principio, se ha defendido que los vínculos personales (en cualquier ámbito) han de ser sólidos y sinceros. En el trabajo también, pues es donde pasamos la mayoría de nuestro tiempo. Ya lo contábamos en No se lo digas a tu jefe (II). Éxito en el trabajo. Pero en general, en la vida diaria, en el trabajo, en la calle, en el deporte, nos encontramos con gente que a menudo antepone sus distintos intereses (cualesquiera, laborales, personales etc….) a las relaciones personales con otras personas y que por tanto manipula y modifica el sentimiento o imagen que transmite a los demás.
Antes de ponerme a escribir estas líneas me he tomado la molestia de, durante una hora, navegar por foros y diferentes páginas web donde la gente no para de quejarse y quejarse por la cantidad de gente falsa que le rodea, hipócritas, conflictos de intereses, engaños, manipulaciones, traiciones, y un largo etc. Seguro que te va sonando. Y la verdad que esto es así, yo mismo he visto llorar a verdaderos “killers” empresariales ante una situación en principio “negativa” pero que de alguna manera o les beneficia o les da lo mismo.
Creo que queda claro las escenas y personas antes las que nos vamos a encontrar en muchas muchas muchas ocasiones, y ¿Qué podemos hacer?:
Sé natural, sé tú mismo. Esta actitud tan sencilla es una muestra clara de fortaleza, cualidad que sin duda les falta a estas personas que normalmente toman estos comportamientos como escudos protectores ante sus inseguridades o debilidades.
Se práctico. Si ya te has dado cuenta de la persona que tienes delante lo mejor que puedes hacer es no hacer ruido. Estás antes un experto/a en las artes escénicas y poco tienes que hacer ante esto. Mantén la elegancia, porque este es un valor, TU VALOR, que te durará muchos años, años en los que probablemente te vuelvas a cruzar con este tipo de personas y como se suele decir “nunca sabemos las vueltas que puede dar la vida”.
Ten paciencia. Generar confianza es algo que supone un gran y largo esfuerzo, en cambio perderla, puede costarte muy poco y estas personas al final terminan por quedar retratadas tarde o temprano. Llegado ese momento, tú y tu credibilidad estaréis ahí.
Sonríe. No hay nada más grande, más bonito y más barato en la vida que ser amable con los demás, con independencia de cómo los demás sean contigo. Lee en Sonríe, cambiarás el Mundo cómo con esta actitud llegarás a conseguir grandes cosas.
¿Qué os parece?, ¿Cómo actuamos ante los hipócritas?
Mañana más.
PD:….que levante la mano el que no haya sido algo hipócrita alguna vez.